Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en https://sabrinaulkt468255.bloggip.com/38726580/causas-y-consecuencias-del-cabezazo-de-zidane